Los estudios han mostrado que la gran mayoría de los pacientes que se someten al procedimiento quedan libres de síntomas o bien tienen una importante mejoría en sus síntomas de reflujo gastroesofágico.
Los efectos secundarios a largo plazo de este procedimiento por lo general son poco comunes.
Algunos pacientes experimentan dificultad pasajera para tragar inmediatamente después de la operación. Esto suele resolverse entre uno y tres meses después de la cirugía.
En ocasiones, es posible que los pacientes requieran de un procedimiento para expandir el esófago (dilatación endoscópica) o en raras ocasiones una nueva operación.
Es posible que no pueda eructar o vomitar posterior a este procedimiento. Algunos pacientes refieren distensión estomacal.
Si bien ocurre raramente, algunos pacientes informan que no tienen ninguna mejoría de sus síntomas.
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