La extracción de la vesícula biliar es una cirugía abdominal mayor y cierta cantidad de dolor se puede sentir.
La nausea y el vómito no son infrecuentes.
Una vez los líquidos o la dieta son tolerados, los pacientes abandonan el hospital el mismo o al otro día de la cirugía laparoscópica de la vesícula biliar.
La actividad depende de cómo el paciente se sienta. El caminar es aconsejado.
Los pacientes pueden retirarse sus vendajes y bañarse al día siguiente de la cirugía.
Los pacientes probablemente serán capaces de regresar a sus actividades normales dentro de una semana, incluyendo, conducir carro, subir escaleras, levantar objetos livianos y trabajar.
En general, la recuperación es progresiva desde cuando el paciente retorna a su hogar.
La presencia de fiebre, color amarillo en los ojos o la piel, empeoramiento del dolor abdominal, distensión, nausea y vómito persistente, o drenaje por alguna de las heridas son indicaciones de que alguna complicación puede haber ocurrido. Usted debe contactar a su cirujano en estas circunstancias.
Usted puede solicitar una cita de control dentro de dos semanas después de la cirugía, aún si su postoperatorio ha cursado sin problemas.
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